La vida tiene muchos matices. Del negro al blanco hay muchísimos grises.
Conocí gente, re descubrí gente, y me encontré a mi mismo.
Vi gente irse, y por suerte, vi gente volver... Gente que espero nunca vuelva a irse de mi vida.
Aprendí a perdonarme, a dar por cerrado ciertos episodios. Crecí.
Y gracias a eso, y a ella, me veo inmerso en una historia de amor hermosa, con una persona que vale más de lo que yo merecería. Con días nublados, soleados y hermosas noches, pero juntos, y eso es lo que más importa.
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